Las palabras “cáncer de mama” son difíciles de aceptar. Incredulidad, miedo, incertidumbre y angustia son inherentes al diagnóstico de la enfermedad. Muchas de las pacientes que hemos atendido a lo largo de estos años han admitido que, a veces, se han sentido solas, aun estando rodeadas de familia y amigos, y abrumadas por el proceso lleno de incógnitas que han de emprender para tratar su enfermedad.
En el IBCC, la comprensión, el respeto y la complicidad con nuestras pacientes forman parte de nuestra manera de actuar. Nuestras pacientes están en el centro y su enfermedad, el diagnóstico, el tratamiento y el posterior seguimiento del cáncer de mama implican no solo a médicos especialistas en cáncer de mama, sino que todo nuestro equipo también te acompañará. Desde la primera atención telefónica, todos los profesionales de IBCC nos implicamos en atender a nuestras pacientes desde la perspectiva médico-científica, pero también desde una perspectiva humana.
En el IBCC la soledad que puede sentir una paciente y la frialdad del proceso oncológico desaparecen gracias a este acompañamiento personalizado, diseñado tanto para nuestras pacientes, como para su entorno más cercano: la familia.
La familia tampoco estará sola. También sufre el impacto del cáncer de mama y es, por ello, que en el IBCC acompañamos a los familiares de nuestras pacientes, gracias a nuestros especialistas de diversas disciplinas y, en particular, de nuestros psicooncólogos.
Cuidar de las familias también es cuidar de nuestras pacientes.