El tratamiento para cada paciente se decide de forma personalizada en función del tipo de tumor que tiene, de su fase o estadio, del grado de agresividad o malignidad del tumor y de si es un cáncer de tipo genético hereditario o no.
También se estudian las características físicas y de salud de cada mujer: la edad, las características físicas, su estado de salud general, si tiene otras patologías crónicas, si toma medicación que puede interferir con los tratamientos del cáncer de mama, sus antecedentes de cáncer de mama (propios o de otras mujeres de su familia), su estilo de vida (si es sedentaria o deportista y la dieta que toma), y su perfil de riesgo (si tiene más o menos riesgo de desarrollar la enfermedad).